La artista Josephine Monter, natural de Sena, creó la escultura en el año 2006, dando forma a la protagonista de una antigua leyenda: La Mora.
La historia es conocida en toda la población. De hecho, la figura está instalada en lo alto de la denominada subida de La Mora, que se encuentra en plena sierra, muy cerca del monasterio de Sijena y del río Alcanadre.
Según cuenta la leyenda, allí eligió quedarse a vivir una mujer de origen árabe que había perdido a su esposo e hijos y que carecía de un lugar al que ir tras la expulsión de los moriscos. Los cristianos cedieron a sus deseos y la mora se instaló en una cueva del entorno, que quedó impregnado de su presencia. La historia dice que todavía es posible verla las noches de luna llena, cuando sale de su cueva y camina hacia el río. Su visión es presagio de buena suerte.
Josephine Monter esculpió su figura sentada y con un cántaro bajo el brazo. Y, durante el mes de julio, la artista, junto a otros vecinos y vecinas de la localidad, suele acudir al paraje, donde cantan y bailan con la esperanza de verla salir de su cueva.
