Esta pequeña ermita, emplazada en la zona alta de la población, sigue el modelo constructivo de otras muchas ermitas del sur de la provincia, denominadas “ermitas de repoblación” que fueron levantadas en torno al siglo XIII, tras las reconquista cristiana de las tierras: de una sola nave, con zócalo de sillares de piedra y aparejo en el resto del muro, tejado a dos aguas y testera plana, la entrada se ubica en uno de los laterales del edificio.
En su interior, dos arcos fajones soportan el entramado del tejado (aunque uno de ellos ha sido reconstruido en ladrillo). La construcción de todas estas ermitas y sus emplazamientos sugieren un origen templario. Se estima que su uso también podía ser de control de la zona y vigilancia.
La ermita de la Santa Cruz es uno de los escenarios de la Semana Santa de Sena cuando, el Jueves Santo, se va a buscar al Cristo allí ubicado.
Fue rehabilitada en 2009 por la Diputación Provincial de Huesca.